En el vibrante mundo de las redes sociales, una nueva figura ha emergido, conocida como Lady BonIce. Esta mujer ha generado una ola de críticas y defensas tras un incidente con un influencer que le compró 500 pesos en congeladas.

La historia comenzó cuando un popular influencer decidió apoyar a una vendedora ambulante comprándole una gran cantidad de congeladas. Sin embargo, la situación tomó un giro inesperado cuando algunos usuarios de redes sociales acusaron a la mujer de aprovecharse del influencer, calificándola de «gandalla».

A pesar de las críticas, hubo quienes defendieron a Lady BonIce, argumentando que la monetización obtenida por el influencer a través de la viralización del video superaba con creces el valor de las congeladas compradas.

La monetización es mayor a la venta, señalaron algunos defensores en redes sociales.

Este incidente ha abierto un debate sobre la ética y las dinámicas de poder en las interacciones entre influencers y vendedores ambulantes. ¿Es justo criticar a Lady BonIce por aprovechar una oportunidad, o es el influencer quien realmente se beneficia más de la situación?